Leishmaniasis Visceral
La Leishmaniasis visceral es una enfermedad grave que afecta a personas y perros. En nuestro país hay transmisión vectorial en Misiones, Formosa, Corrientes, Entre Ríos, Santiago del Estero y Salta.
¿Cómo se transmite?
Se transmite a través de la picadura de un insecto muy pequeño (2 a 4 mm) denominado flebótomo. Cuando este insecto pica a un perro infectado con el parásito que causa leishmaniasis, al tomar su sangre también lo ingiere. La próxima vez que pique a otro perro o persona, el parásito pasará a ellos infectándolos.
No se transmite persona a persona ni con el contacto directo con los perros.
¿Cuáles son los síntomas?
En las personas, la leishmaniasis visceral afecta al bazo, hígado, médula ósea y otros órganos. Los síntomas que produce son fiebre prolongada, aumento de tamaño del abdomen, pérdida de apetito, disminución de peso, tos seca, diarrea y vómitos.
En los perros los síntomas que produce son decaimiento, falta de apetito, falta de pelo y descamación especialmente alrededor de los ojos y en el hocico, crecimiento exagerado de las uñas, úlceras en la piel y hemorragia nasal.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento incluye el tratamiento farmacológico y el sintomático y de las complicaciones de la enfermedad. Se recomienda la internación de los pacientes durante los primeros 7 a 10 días para su seguimiento clínico y terapéutico estricto.
El Ministerio de Salud de la Nación provee la medicación en forma gratuita a todo el país.
¿Cómo se puede prevenir?
La primordial medida preventiva es erradicar los flebótomos de los hogares y evitar que los perros se infecten, para lo cual hay que seguir 5 pasos:
- Mantengamos el patio limpio, ordenado y desmalezado.
- Eliminemos los sitios de cría del insecto evitando se acumulen los frutos caídos y hojarascas debajo de los árboles.
- Los dormideros de animales (corrales, chiqueros y cuchas) deben estar alejados de la vivienda. Los animales deben dormir allí.
- Utilicemos repelentes para insectos, mosquiteros o telas metálicas.
- En el caso de transitar zonas selváticas o con mucha vegetación usemos camisas de manga larga y pantalones o coloquémonos repelente.
Nuestra mascota también tiene derecho a estar sana!
Se debe evitar el traslado de perros sanos e infectados desde y hacia zonas con leishmaniasis visceral.
Evitar que los perros sean picados por los flebótomos, colocarles collares o pipetas repelentes que deben ser renovadas según las instrucciones.
Estar atentos si nuestra mascota presenta alguno de estos síntomas y si aparece llevarlo al veterinario:
- Caída del pelo especialmente alrededor de los ojos y las orejas.
- Fatiga.
- Pérdida de peso.
- Seborrea escamosa (como caspa).
- Crecimiento exagerado de las uñas.
- Ulceras en la piel.
- Hemorragia nasal.