Celebración por los 35 Años de vida del Instituto Maiztegui

El pasado 26 de Agosto se celebró los 35 años del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Dr. Julio I. Maiztegui”, conmemorando conjuntamente el natalicio de quien fuera su fundador el Dr. Julio I. Maiztegui. El diario La Opinión de Pergamino en su edición del día 27 de Agosto registró el evento:
Celebración por los 35 Años de vida del Instituto Maiztegui

Con una emotiva ceremonia, el Instituto Maiztegui celebró sus 35 años de vida
Ayer en la sede de la institución que depende de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud se concretó un acto. El común denominador fue la referencia a la historia. Se destacó la impronta que le puso a la tarea en sus orígenes el doctor Julio Maiztegui y el legado que dejó a las generaciones que trabajaron para convertir al Inevh en un centro de investigación reconocido por su labor científica.

El intendente municipal Héctor Gutiérrez descubrió una placa recordatoria por el 35º aniversario del Instituto Maiztegui.
(LA OPINION)

DE LA REDACCION. Ayer a la mañana se concretó la ceremonia de celebración del 35º aniversario de funcionamiento del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Doctor Julio I. Maiztegui” (Inevh).
El festejo se inició pasadas las 11:00, en el predio que la institución posee en Monteagudo al 2500. Al aire libre, luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino,  la doctora Delia Enría, directora del Instituto Maiztegui ofreció las palabras de bienvenida ante un marco de público conformado por autoridades y miembros de la comunidad del Inevh, además de representantes de distintas instituciones, miembros de la Fundación “Julio Maiztegui”.
“Nos da mucha alegría que estén presentes en este acto, porque nosotros somos en función de la comunidad, somos la salud pública y queremos seguir abiertos a construir lo que sea necesario, bienvenidos a esta, su casa”, refirió la titular del Inevh.
Luego de estas consideraciones, se invitó al intendente municipal Héctor Gutiérrez a descubrir una placa recordatoria del aniversario del Inevh.
Agentes del Instituto Maiztegui que cumplen treinta años de servicio en la institución, colocaron una ofrenda floral en homenaje a Julio Maiztegui.

Los discursos
La continuidad de la ceremonia tuvo lugar en el salón auditorio del Instituto Maiztegui. En la cabecera del acto acompañaron a la doctora Delia Enría, el intendente municipal Héctor Gutiérrez y la ingeniera Graciela Rego, en representación del director de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis).
“Vengo en representación del doctor Jaime Lazovski, director de la Anlis, que les manda un saludo a todos y agradezco haber sido elegida por él para representarlo porque eso me permite estar compartiendo con ustedes esta fiesta”, comenzó la ingeniera Rego. “Estoy contenta de compartir un momento grato con gente con la que trabajamos a distancia, pero cotidianamente, tratando de mejorar la gestión día a día, en forma colaborativa y con aporte de ideas por parte de todos”, prosiguió.
En otro tramo de su discurso hizo referencia a la historia del Instituto Maiztegui y señaló: “Pensar en el Instituto Maiztegui es pensar en los pioneros del Cemic y del Malbrán, que estuvieron aportando estudios sobre la Fiebre Hemorrágica Argentina. Es hablar de innovación, de producción del conocimiento y es hablar de un centro de referencia nacional e internacional; eso me da mucha felicidad.
“Voy a pedir un aplauso para todos los que trabajaron en esta institución, los pioneros que hicieron posible el Instituto, los que ya transcurrieron muchos años en él y la gente joven que trabaja en los valores que eligieron que son el compromiso, el respeto y la comunicación”, concluyó.
Luego del cerrado aplauso hacia la comunidad del Inevh que siguió a las consideraciones de la representante de la Anlis, las palabras fueron del intendente municipal Héctor Gutiérrez, quien expresó: “Celebrar los 35 años de la creación del Instituto, no hace más que retrotraernos a aquel año 1964 en el que a modo de pioneros y coordinando un equipo integrado por el Cemic, el Instituto Malbrán y la Fundación Emilio Ocampo, el doctor Julio Maiztegui aterrizó a estas tierras un laboratorio de campo que iniciaba los trabajos de investigación para la Fiebre Hemorrágica Argentina, y que cobraba la vida de alrededor del 30 por ciento de quienes resultaban víctimas de la enfermedad.
“Los años se fueron sucediendo y el Instituto comenzó a nacer y crecer. En 1974 se conforma el primer laboratorio en uno de los pabellones del Hospital San José. En este caso con la colaboración de las comisiones de fomento de la ciudad de Pergamino, la fundación Cargill y otras entidades que cooperaron en el diseño de ese laboratorio.
“En 1979 el Instituto finalmente cobra vida y se convierte en uno de los centros de referencias nacionales e internacionales más significativos con el que cuenta nuestro país”.
En otro tramo de su discurso, el intendente refirió que el Instituto Maiztegui “es uno de los laboratorios de referencia de la Organización Panamericana de la Salud para las cuestiones vinculadas a los estudios virológicos y es uno de los orgullos que tiene Pergamino”.
En este sentido, el jefe comunal hizo referencia a Pergamino como “La perla del norte” y señaló que “hay distintas capas esféricas que constituyen esto que nosotros denominamos ‘La perla del norte’ e instituciones que la caracterizan y el Instituto Maiztegui es uno de ellos porque conforma este microsistema tecnológico y científico que con tanto orgullo los pergaminenses defendemos, sostenemos y queremos”.
Por último, indicó: “No podíamos dejar de estar hoy presentes, como hemos estado en otras circunstancias, junto a quienes día a día hacen parte de la investigación y de la transferencia de los conocimientos el motivo de sus vidas, son los profesionales, los técnicos los que forman y son la vida de este Instituto”.

Comité de ética
Más tarde, las consideraciones fueron de Carlos Kitroser, presidente del Comité de Evaluación Etica de Investigaciones Biomédicas del Instituto Maiztegui, que efectuó un recorrido por la historia de este espacio de trabajo “silencioso y honorífico”.
“Este comité de ética, como se llamaba en sus orígenes, se fundó el 1º de diciembre de 1986 y está pronto a cumplir 27 años de labor ininterrumpida”, precisó y comentó que “en ese lapso estudiamos, evaluamos, dimos nuestra opinión y logramos la aprobación en forma vinculante de 35 estudios formales donde intervinieron sujetos humanos, en particular uno muy importante fue la primera fase de la vacunación en voluntarios de la vacuna Candid I, en cuyo experimento participaron la mayoría de los miembros del Instituto.
“Por otro lado, quiero recordar al doctor Julio Maiztegui porque la iniciativa que tuvo de proponer la creación del comité de ética fue visionaria, no teníamos referentes ni normativas en Argentina y los primeros aprendizajes fueron conociendo comunidades de otros países, cuyos vecinos trabajaban en comités de ética no científicos, solamente para cuidar los derechos individuales de los miembros de su comunidad. Así empezamos a trabajar empíricamente y lo seguimos haciendo en forma silenciosa y honorífica, como entendemos que debe hacerse un trabajo de esta naturaleza”, planteó y aprovechó para rendir un reconocimiento público a los integrantes del Comité de Etica del Inevh que participaron de la instancia inicial de su conformación y a todos los que integran este espacio de tarea comprometida con la salud pública.
Tras las consideraciones del presidente del Comité de Etica del Inevh representantes de los distintos sectores de trabajo del Instituto Maiztegui realizaron un recorrido por la historia de la institución, mediante la proyección de fotos acompañadas por un relato autorreferencial.
Esta secuencia de exposiciones terminó con las palabras de la doctora Delia Enría.

Enría: “Gracias Instituto por haberme dejado ganarme la vida siendo un médico”

En su discurso, la doctora Delia Enría, directora del Instituto Maiztegui, se dirigió a los presentes hilvanando pensamientos de Jorge Luis Borges. Así, de pie frente a un auditorio colmado, y en lo que fue uno de los momentos más significativos de la ceremonia, tuvo un fuerte posicionamiento de defensa de la salud pública y de reconocimiento al lugar donde desplegó gran parte de su tarea como médica.
“Lo único que yo vine a hacer acá, que es ser médica, está en este lugar”, comenzó y sostuvo: “Queriendo explicar lo que es el ‘ser’, el ser que es el Instituto Maiztegui, que es nuestro ser, no encontré palabras propias y a mi manera ordené palabras de alguien que admiro mucho y entiendo, en general nos suelen contener a todos.
“Alguna vez han dicho que somos nuestra memoria, somos ese museo de formas inconstantes y de espejos rotos, de tantos ‘Julios’, de tantas ‘Martas’, de tantos ‘Néstores’, de tantas ‘Albas’ que han ayudado a construir lo que hoy somos. Pero también de todas las ‘Mercedes’, los ‘Ignacios’, los abuelos, esposos, padres, hijos, nietos, hermanos y amigos que notaron una ausencia, un domingo, una Navidad, un Año Nuevo, todas las Pascuas y todos los chocolates del 25 de Mayo, porque había un alguien que estaba en la construcción de lo que es hoy ser. Estábamos y éramos antes de estos 35 años, mucho antes, todo lo antes que quieran buscar. Somos mucho más que los que estamos convocados, porque estamos en ese contacto que las redes invisibles de la salud pública han sabido construir y estaremos en las acciones y en las pasiones de los que hoy somos y de los aún por venir. Espero que nos convoquen alguna vez las furias heladas de algún agosto para encontrar lo que para mí en el autor que he mencionado a mi forma, Jorge Luis Borges, se descubre en este poema: ‘Bruscamente la tarde se ha aclarado/Porque ya cae la lluvia minuciosa/ Cae o cayó. La lluvia es una cosa/ Que sin duda sucede en el pasado/Quien la oye caer ha recobrado/
El tiempo en que la suerte venturosa/Le reveló una flor llamada rosa/ Y el curioso color del colorado/ Esta lluvia que ciega los cristales/ Alegrará en perdidos arrabales/
Las negras uvas de una parra en cierto/ Patio que ya no existe/ La mojada tarde me trae la voz, la voz deseada/ de mi padre que vuelve y que no ha muerto’.
“Gracias Instituto Maiztegui por haberme permitido en los últimos 34 años de mi vida ganarme la vida siendo un médico; Feliz cumpleaños”.

El corolario
La profundidad de las palabras de la doctora Delia Enría fueron el corolario del recorrido por la historia del Instituto Maiztegui que en el transcurso de la ceremonia habían hecho la licenciada María Rosa Feuilliade, la doctora Ana María Ambrosio y la doctora Silvana Levis, referentes de las áreas de Capacitación, Producción e Investigación del Inevh. Ellas marcaron, cada una desde su vivencia personal, los hitos en el crecimiento de una institución reconocida en el plano nacional e internacional por su labor científica.
Tomaron la proyección de fotografías como ayuda memoria de relatos que tuvieron mucho de anécdota, mucho de dato autorreferencial, pero también bastante de historia. Una historia que les pertenece a ellas y a sus compañeros de tareas por ser parte de la comunidad del Inevh; pero también una historia que es patrimonio de la comunidad, porque lo que realizan tiene que ver con la salud pública. Lo que producen en forma casi siempre anónima, trasciende las puertas de los laboratorios del Inevh y alcanza a la humanidad que valora y rescata sus servicios.
La Opinion de Pergamino

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